
Mallorquina de nacimiento y viviendo en Londres desde hace ya una década. Como buena Sagitario, me encanta viajar y he tenido la suerte de haber vivido en distintas ciudades a lo largo de mi vida.
Mi amor por la fotografía empezó casi por casualidad. Fue antes de un viaje a Japón cuando decidí comprarme mi primera cámara. No sabía entonces que aquel gesto impulsivo iba a marcar un antes y un después. Japón me enseñó a mirar con otros ojos a través de la lente.
Con el tiempo, la cámara quedó en pausa, como tantas pasiones que esperan su momento. Y fue en plena pandemia, en medio de una rutina detenida, cuando volví a cogerla con la misma ilusión de aquel primer día. Redescubrí que fotografiar no era solo apretar un botón, sino capturar la vida en movimiento, darle forma a lo efímero.
Hoy mi camino me lleva al mundo de la fotografía deportiva. Porque otra de mis grandes pasiones es el tenis. Lo que me fascina del tenis y del deporte en general es que todo sucede en segundos: la tensión previa, el estallido de energía, la emoción compartida.
La fotografía, para mí, es una manera de capturar momentos y contar historias de forma gráfica. Con la cámara en mis manos, busco capturar la esencia de los atletas más allá de la competición, mostrando el lado más humano del deporte.
Mi trabajo se centra en transformar la intensidad y la emoción del momento en imágenes que hablen por sí solas. Creo que cada retrato debe transmitir autenticidad, porque son esos pequeños gestos —la mirada previa a un saque, la respiración contenida, la celebración o la frustración— los que construyen una narrativa real y más cercana para el espectador.
Espero que disfrutes de mi trabajo.